Resumen: Es determinante comprobar que las cédulas de citación llegan a su destinatario. La LECrim permite que los actos de comunicación no se entiendan directamente con el interesado, pero ello no elude que por los importantes derechos que resultan afectados, como es el derecho de defensa, se compruebe que han llegado a su destinatario final. Si ello no es posible comprobarlo, no cabe sino la nulidad del juicio y de la sentencia. La deficiente identificación de quien aparece en el acuse de recibo como receptor de la citación a juicio negando además la denunciada que se le hubiera hecho entrega de esa situación, conlleva la estimación de la nulidad. Los defectos que un escrito de recurso formulado en un delito leve por un particular no implican desestimación de sus motivos al no ser preceptiva la intervención de letrado. En los hechos probados de una sentencia tienen que especificarse las concretas y específicas frases amenazantes o injuriosas, y no solo que se profirieron frases con ese contenido genérico que impiden al órgano de apelación, comprobar su contenido ilícito.